14 de octubre de 2000
Este espacio que hoy nos permite ocupar Diario de Xalapa, es una circunstancia inigualable para quienes conformamos el Centro de Investigación y Análisis Económico y Social (CIAES) y que hemos unido nuestro esfuerzo para llevar a cabo una labor editorial de análisis y divulgación guiados por una preocupación central: descubrir la forma en que se comparta la dinámica económica y social de nuestro país y de nuestro estado y los problemas a los que se enfrenta, desde una perspectiva amplia e integral que permita tener una visión de conjunto respecto a lo que llamamos los problemas del desarrollo, un tema minimizado durante años por la ciencia económica y otras ciencias sociales.
En algún momento, en el pasado, el desarrollo fue objeto de estudio de la Economía y objetivo que los gobiernos de los países se plantearon como vital para el progreso económico. Grandes cantidades de recursos fueron destinadas a alcanzar este propósito. La misma ciencia económica justificó ampliamente la necesidad de orientar, en ese sentido, la política económica. Sin embargo, las cosas cambiaron, en la actualidad el desarrollo casi ha desparecido del lenguaje de los economistas modernos y de quienes se ocupan de los problemas de la sociedad. De igual modo ha desaparecido como objeto de debate al interior de las ciencias sociales.
Por desgracia, al no ocuparse más la ciencia del desarrollo, el llamado subdesarrollo, (su contraparte amarga e incómoda) arremete contra las expectativas de la humanidad, envuelto en su forma más descarnada, que es la pobreza, y se nos revela como el padecimiento más grande, más dramático y brutal de los tiempos modernos. Por eso, la pretensión de quienes colaboran en este esfuerzo editorial es replantear el objeto de estudio de las ciencias sociales, rescatando el valor de estudiar el desarrollo, haciendo a un lado esa visión deshumanizada de la ciencia que se ha centrado exclusivamente en los problemas de estabilidad y equilibrio y se ha olvidado del hombre. Las grandes transformaciones que sufre el mundo económico no deben hacemos olvidar el objetivo central de las ciencias sociales. No deben hacemos olvidar las implicaciones sociales que hay detrás de cada dato, de cada cifra, de cada decisión. Cuando la ciencia se ha olvidado de ello, ha perdido gran parte de su utilidad para el progreso del hombre, se ha extraviado de sí misma automutilándose.
Nos reúne hoy, en este espacio la preocupación por el presente y el futuro de nuestra sociedad. Nos reúne el interés por descubrir, describir, analizar y señalar públicamente los problemas económicos y sociales a que nos enfrentamos, las causas a las que obedecen, y por sobre todo, los caminos posibles por los que habrá de transitarse para lograr una transformación.
Es momento de la recomposición de las teorías, no sólo para rescatar prioridades en el análisis económico y social y en los objetivos de la política económica, sino, también, para redimensionar el valor del desarrollo económico. Es el momento, para rescatar la esencia humana que guía a las ciencias sociales, los valores éticos que las fundamentan, los valores sociales que las originan. Es, el momento de recuperarlas como instrumento esencial para el desarrollo de la civilización moderna.
Esa pues, es la tarea de quienes hoy estamos aquí.
Agradecemos infinitamente a Diario de Xalapa la oportunidad de estar aquí y permitirnos compartir su preocupación y quehacer social en el que diariamente invierte sus empeños.
Agradecemos de antemano a los lectores su atención cada sábado que aparezca publicado el resultado del esfuerzo editorial de los investigadores del CIAE.
Esperamos poder contribuir con este esfuerzo, como trabajo de divulgación que es, a mejorar, al menos la comprensión de nuestro entorno y descubrir los caminos por los que hay que transitar.